SÉ COMO LAS FLORES Y ÁRBOLES... ENAMORADOS DEL SOL, PERO "FIELES A SUS RAÍCES

martes, 26 de mayo de 2015

PENSAMOS CUANDO TENEMOS QUE SENTIR


Pensamos cuando tenemos que sentir y sentimos cuando tenemos que pensar. Ignoramos cuando tenemos que prestar atención y prestamos atención a lo que tenemos que ignorar. Esa ha sido la mayor de nuestras desgracias: aferrarnos al dolor, y no a la vida. La vida es una secuencia de eventos inesperados que nos cambian la vida para siempre, pero casi siempre son hacia la dirección equivocada. Ojalá un día el destino se ponga a nuestro favor y se redireccione hacia la dirección correcta. Ojalá nunca sea tarde para creer, yo qué sé, en finales felices, en alguien. Ojalá nunca se nos haga tarde para curarle las heridas a otra persona, o para curar las propias. Ojalá todo este tiempo que hemos estado perdidos buscándole, sea el mismo que ha estado perdido también, tratando de encontrarnos. Ojalá un día se nos dé bien eso de llegar temprano a la vida de los demás, aunque siempre se nos siga haciendo tarde para llegar a donde queremos llegar en la vida. Ojalá. Hay personas que son el invierno de nuestra vida desde el momento en que deciden irse para no volver nunca más. Creo que las personas no es que se vayan, es que regresan a sus lugares, a esos donde fueron felices y no necesitaron un reloj porque no les importaba que se les hiciese tarde. "Quiero regresar a ese lugar". Y pensé en personas. Pensé en todos los recuerdos, en todas las lágrimas, en todas las risas, en todas las noches de insomnio, en todas las peleas sin sentido, en todos los gritos de felicidad, en todas las locuras, en todos los errores, en todas las experiencias y aventuras. Pensé en todo, menos en un lugar.

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